Aunque desde la década de 1930 el plástico ha sido el material estrella por ser flexible, durable e impermeable, su uso intensivo está generando un problema de contaminación difícil de controlar.
Por eso, en su empeño por causar el menor impacto posible al medio ambiente, Bimbo investigó y trabajó intensamente en encontrar la tecnología más viable y la más avanzada para enfrentar responsablemente el reto de qué hacer con las envolturas de sus productos una vez han cumplido su función de empaque y conservación.
Así, encontró el plástico degradable con el que se realizan los nuevos empaques, pues pueden ser elaborados para degradarse en un periodo entre 3 y 5 años, mientras que los plásticos convencionales pueden tomarse entre 100 y 400 Años.
El plástico degradable con el que están hechas las nuevas bolsas de pan blanco Bimbo, tiene las siguientes propiedades:
- Se degradan en cualquier ambiente techado o a la intemperie. Este es un factor muy importante en relación con la basura, porque no es posible recolectar y enterrar gran cantidad de los desechos plásticos en la tierra y en el mar.
- Son fabricadas con tecnología de tipo ambiental de bajo costo.
- Las propiedades de barrera, que son decisivas en los empaques de alimentos para su conservación, se mantienen y las bolsas fabricadas con material degradable tienen las mismas propiedades de barrera que los plásticos convencionales.
- Son seguras para estar en contacto directo con los alimentos e inofensivos en los suelos.
Los empaques de Grupo Bimbo utilizan una nueva tecnología que consiste básicamente en añadir un aditivo pro degradante al proceso de fabricación de los empaques, este aditivo acelera su degradación una vez completada la vida útil del producto. Mediante un proceso de oxidación que dura entre 3 y 5 años se da la degradación y finalmente son los microorganismos presentes en el medio ambiente los que terminan el proceso de biodegradación.
Con la tecnología llamada d2w la degradación del plástico comienza cuando la vida útil programada termina y el plástico es desechado. Con el paso del tiempo el empaque deja de ser plástico y se convierte en materia orgánica. El plástico será consumido por bacterias y hongos presentes en la tierra, ya que a través de un aditivo se reduce la estructura molecular a un nivel que permite la reintegración natural de los microorganismos.
Con esta iniciativa, Bimbo se suma a las tendencias mundiales que buscan fomentar un cambio hacia el plástico degradable. Prevenir la polución en las ciudades y el campo, el deterioro de la vida animal, y la obstrucción de drenajes urbanos y ríos son algunas de las ventajas de esta acción, que no solo beneficiará al planeta, sino que también garantiza que los colombianos sigan recibiendo los mismos productos, pero ahora en empaques ecoeficientes, que conservan la frescura y sabor de siempre.
Sin importar cuántas veces tratemos de reutilizar el plástico convencional, este no desaparece. Sin embargo, durante su vida útil, las nuevas envolturas de Bimbo pueden reutilizarse exactamente igual que los plásticos tradicionales, con la gran diferencia de que este empieza a degradarse mientras que los plásticos tradicionales permanecerán obstruyendo el ambiente.
Fuentes
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